Venga, venga, no llores, me digo a mi misma...
Venga, respira hondo, no puede ser tan malo, venga sonríe.
Si, sí es tan malo, lo has perdido, me dice mi cerebro...
Venga, tienes que conseguir estar bien (le digo a mi corazón).
Oh, mierda, estoy temblando. Cierro los ojos, instantes de nosotros me vienen a la cabeza, cada beso, cada abrazo, cada lágrima tuya se me clavan como puñales en el corazón... ¿Y si lo he perdido de verdad? No, no puede pasarme eso, no, lo nuestro no puede acabarse por palabras dichas sin pensar, sin sentimientos...(me lo repito mil veces, a lo mejor así se hace realidad y
consigues perdonarme).
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